Posada Galápago

Galapagos es INCREÍBLE! Desde antes de llegar ya estás disfrutando de la experiencia porque Paola, la dueña, se encarga personalmente de atenderte por teléfono. Es lo más amado y amable que vas a conocer . Apenas entras en la posada te invade un olor divino que solo puede significar: este sitio lo cuidan. Huele espectacular a un perfume particular , la decoración es exquisita (cuidan TODOS los detalles) . TODO está personalizado en la posada: los cooler, las sillas, los bolsos con los que llevan todo a la playa, los tupperware de la comida, las toallas … increíble. Las habitaciones hermosas y súper amplias, en el baño te dejan Shampoo, una crema que huele divino y todo lo que necesitas. De la atención ni hablemos, una cosa impresionante. TODOS en la posada son particularmente encantadores y simpáticos y siempre están atentos a ver qué más pueden hacer por ti. Cuidan cada detalle tanto en la posada como cuando estás en la playa que te dejan con un montón de cosas divertidas y si llevas niños hasta te dejan los infladores ya listos para usar De mis partes favoritas: la comida ! Waoooo! Me comí un risotto de calamares DE OTRO mundo. El esposo de Paola se encarga de diseñar el menú y está tan atento que lo vi en más de una cena paseando entre las mesas para hablar con sus huéspedes y probando l comida para asegurarse que todo estuviera en perfecto estado . En las noches hacen karaoke, ponen música y siempre está animado el lugar . Tienen una terraza divina con una pantalla enorme y un dj. Galapagos es la posada soñada en un lugar soñado. En realidad no tienes que llevar nada en la maleta , solo tú ropa y las ganas de disfrutar. Gracias a todos por unos días increíbles